Ni una semana de 2025 y los ladrones de cobre no han descansado nada. En Talcahuano, por ejemplo, ya hicieron de las suyas.
Al menos cuatro semáforos de la ciudad puerto han sido vandalizados desde el 1 de enero. Esto, con la finalidad de vender el cobre de las instalaciones eléctricas de estos.
No y déjeme decirle que hasta tienen un modo específico de cómo robar. Los delincuentes abrían la tapa de la cámara de conexión (no ve que al lado de postes y semáforos hay un cajón de metal elevado o subterráneo) que permite que las luces se vean. Luego, cortaban y robaban todo lo que se podía, idealmente metales, y lo venden en chatarrerías truchas que seguro hay unas cuantas.
Como incivilidad A deriva en problema B, ya se ha visto afectación, cómo no. Automovilistas y peatones que usan los semáforos ven su trayecto interrumpido y mucho más inseguro. Además, las cosas no crecen en los árboles: es bastante caro reponer estos elementos que ni una semana duran hasta que se les vandalice de nuevo.
Pedro Labraña, director de Seguridad Pública de la Municipalidad de Talcahuano, corroboró lo anterior. “El robo de cables conlleva grandes problemas en el tránsito y seguridad, principalmente en pasos peatonales”, comentó.
En ese sentido, llamó a la comunidad a “denunciar estos hechos. Ya sea al 133 de Carabineros o al 1521 del equipo municipal de emergencias”.