Radiografía al Comercio Ambulante de Concepción y quiénes compran en la calle

Comercio Ambulante
Comercio Ambulante en Concepción | Foto: Sala de Prensa

¿Cuántas personas ejercen el comercio ambulante en Concepción?

¿Todos lo que venden productos en la calle son ilegales?

¿Cuántas son mujeres?

¿Hay niños?

¿Cuántos extranjeros?

Es evidente que en este tema hay más preguntas que respuestas. En general, pareciera haber un desconocimiento del tema del comercio callejero en Concepción.

En esta nota pretendemos despejar algunas dudas y la primera es afirmar que no todos los comerciantes que están ofreciendo sus productos en las calles son ilegales.

Concepción entregó 40 cupos de “permisos precarios” para comercio ambulante

Caminando por el centro penquista te encontrarás con un serie de situaciones relacionadas al comercio callejero. Hay gente que vende caminando y voceando sus productos, hay quienes son como los gitanos, es decir andan con sus pañitos y se instalan por aquí o por allá dependiendo de la presencia de carabineros, hay otros que recorren toda la intercomuna arriba de la locomoción colectiva, están los nuevos que han llenado el centro de Concepción con sus carritos de supermercados y también hay quienes tienen sus propios carros que venden diversos productos y que cuentan con autorización municipal.

La directora de Seguridad Pública de la Municipalidad de Concepción, Daisy Cárdenas Gallegos, informó a Sala de Prensa que, “son 40 los cupos de permisos precarios autorizados a personas con discapacidad, los que están establecidos en la Ordenanza de Bien Nacional de Uso Público, cada uno con sus suplentes. Los que están divididos en los Sindicatos de Movilidad Reducida y Visuales, además de otros independientes. Ellos tienen giro exclusivo de bazar y paquetería y están distribuidos por el centro y casco histórico”.

La duda sobre si hay niños trabajando en el centro de Concepción se dilucida con este posteo de X durante la reciente época navideña.

Comerciantes callejeros legales esperan pronto reunirse con nueva administración municipal

Aclaramos la primera duda entonces. No todos quienes ejercen el comercio callejero son ilegales. Hay un grupo reducido de comerciantes que cuentan con un permiso de la municipalidad, que lo pagan religiosamente y que están organizados en agrupaciones o sindicatos.

carrito Comercio Ambulante
Los carritos autorizados para vender productos en la calle deben tener su permiso municipal otorgado legalmente | Foto: Sala de Prensa

Salimos a la calle y conversamos con algunos de ellos. Don Jorge Bello forma parte del sindicato de ciegos e independientes de Concepción. Él tiene su carrito instalado frente a la Galería Alessandri. Nos muestra su permiso que para ellos tiene un costo de algo más de 85 mil pesos por semestre.

Comercio Ambulante
Jorge Bello nos muestra su permiso municipal para ejercer la actividad comercial en la calle | Foto: Sala de Prensa

Jorge afirma que nunca tiene problemas con Carabineros, ni con la autoridad municipal para vender sus productos: “Llevo más de 10 años en esto y nadie me molesta”, nos relata.

En Barros Arana el asunto se pone más complejo, lo sabemos bien. La presencia de los ambulantes ilegales es más intensa. Ahí, al lado de una familia de ecuatorianos que vende ropa en el suelo, hablamos con Carlos Contreras hijo. Nuestro entrevistado especifica lo de hijo, porque su padre de nombre Carlos Contreras también es el Presidente del sindicato número 1 de palomitas de Concepción.

Sobre la presencia de ambulantes – Carlos Contreras hijo – nos dice, “hay de todo, hay gente que viene exclusivamente para fechas específicas como navidad. La mayoría son tranquilos, pero hay quienes se pelean entre ellos por los puestos y otras cosas”.

Comercio Ambulante Carlos Contreras
Carlos Contreras hijo muestra con orgullo el producto que dio inicio a este sindicato de palomitas | Foto: Sala de Prensa

Cuando conversamos con los comerciantes callejeros legales de Concepción, de igual forma nos queda la sensación que hay algún temor. Las fuentes hablan despacito, miran para todos lados y luego dicen, “es complicado”.

Carlos Contreras Padre en tanto, tiene su carrito municipal en calle Aníbal Pinto entre Barros y Freire. Un lugar aún más complicado que en los otros dos lugares. “Yo llevo 30 años en esto, tenemos iniciación de actividades y no es bueno que metan a todos los comerciantes de la calle en un sola bolsa. Hace un año y medio se empezó a notar con fuerza la presencia de extranjeros, principalmente venezolanos y colombianos”, nos relata.

Comercio ambulante ecuatorianos
Los comerciantes ambulantes ecuatorianos se caracterizan por estar todos juntos y vender en general ropa como estos de calle Barros Arana | Foto: Sala de Prensa

Contreras padre nos dice que están esperando que las nuevas autoridades municipales se acomoden en el municipio para conversar con ellos. “Queremos colaborar y no ser una molestia, queremos trabajar tranquilos, pero que no nos metan en la misma bolsa que todos los comerciantes callejeros”, afirmó.

Perfil del comprador del comercio ambulante ilegal

Desde el año 2007 esta vigente en Concepción una ordenanza que obliga a cursar una multa a quienes compren en el comercio ambulante. Las sanciones corresponde ejecutarlas al Juzgado de Policía Local y pueden llegar a los 100 mil pesos. Ya sabemos que esto se ha intentado de aplicar un par de veces, pero lo cierto es que no ha funcionado. Prueba de ello es que el comercio lejos de desaparecer se ha multiplicado.

La idea de esta ordenanza es obvia, meter presión ya no a los comerciantes que parecen soportar muy bien este tipo de embates; se pensaba que podría ser distinto con los vecinos, pero ello tampoco ha prosperado.

Compradores comercio ambulante
La mayoría de los compradores del comercio ambulante de Concepción parecen ser adultos mayores | Foto: Sala de Prensa

Caminando por el centro de Concepción es fácil encontrar gente comprando en el comercio ilegal. En general sus rangos etáreos varían, pero vemos en estas fechas (enero) más adultos mayores que jóvenes comprando. Y la respuesta a este hecho parece ser obvia. Los adultos mayores son el segmento social que menos recursos tiene (pensionados) y por lo tanto a muchos de ellos no les queda otro camino que comprar sin boleta, sin garantía, productos de dudosa calidad, pero indudablemente más baratos en la calle.