La semana pasada la Municipalidad de Concepción inició una “poda preventiva” en los árboles urbanos de la ciudad. Es bien sabido que los fuertes vientos de invierno pueden fácilmente botar ramas o incluso árboles enteros generando caos en la ciudad. En los perores casos se pueden generar accidentes que pueden incluso ser fatales.
Pero también hay otro factor que considerar en este tema. En reiteradas oportunidades distintas organizaciones ambientales han criticado fuertemente el modo en que se realizan estas podas.
Por eso en Sala de Prensa consultamos un experto. Se trata de Fernando Muñoz, él es profesor titular de la Universidad de Concepción.
Muñoz es Ingeniero Forestal de Universidad Austral de Chile, Magíster en Ciencias Forestales de la UdeC y Doctor de la Universidad de Córdoba en España.

Recomendaciones de un experto para poda de àrboles urbanos
El profesor señala que “en primer lugar se debe tener claro el objetivo de la poda. Fuera del bosque, los árboles se podan por diversas razones, la mayoría relacionados con las necesidades humanas. Los objetivos más comunes de la poda de árboles urbanos son:
- Adaptar la estructura del árbol individual a las limitaciones impuestas por el espacio en el que crece.
- Aumentar el valor estético del ejemplar y su entorno.
- Conservar el valor biológico de los árboles y sus características específicas.
- Evitar la caída de ramas que puedan causar daños a personas y bienes.
- Limitar el riesgo de caída del árbol o de algunas de sus partes.
- Minimizar el conflicto entre los árboles o partes de estos y las estructuras adyacentes (líneas eléctricas, edificios, etc.).
- Eliminar las partes de los árboles afectadas por plagas o enfermedades.

Imagen deseada para el árbol Urbano
Todos estos objetivos suelen definirse y combinarse en una “imagen deseada” para el árbol. Para lograrlo, existen:
- Poda estructural: Intervención en la estructura de la copa y la forma del árbol para establecer y mantener una estructura deseada y estable. Con esta poda se busca generar un único tronco dominante, eliminando o reduciendo ramas inestables dañadas o en descomposición. Como resultado se obtiene copas de árboles con ramas sanas y bien distribuidas.
- Reducción apical de copa: Su objetivo es la reducción de la parte superior (apical) de la copa. Se esta manera se mantiene los árboles a una altura determinada mediante podas repetitivas. Se trata de una intervención que a menudo afecta de forma irreversible a la arquitectura de la copa y a la fisiología de todo el árbol.
- Poda de reestructuración. Se realiza en árboles que han visto afectadas sustancialmente sus funciones fisiológicas y mecánicas (por ejemplo, debido a la pérdida de una parte sustancial de la copa), ya sea por un daño natural (por ejemplo, fuertes vientos) o por una gestión inadecuada.
- Poda de aclareo: consiste en la eliminación selectiva de algunas ramas para permitir la entrada de luz y la circulación del aire a través de la copa, y además reducir su peso. El objetivo es prevenir y reducir los daños mecánicos producidos por el viento y la incidencia de plagas y enfermedades, y mejorar la estructura del árbol.
- Poda de compensación: se realizan con el fin de balancear y equilibrar la copa, lo que mejora la salud y estética del árbol y disminuye los riesgos de caída o volcamiento.
Control periódico de copa con forma establecida (mantención). Este control periódico de forma establecida consiste en un conjunto de intervenciones que alteran de forma irreversible la arquitectura natural de la copa del árbol. Debe iniciarse cuando el árbol es joven y debe mantenerse durante el resto de su vida.
Eliminación de ramas
El corte correcto de poda consiste en la eliminación de la rama más allá del cuello de la rama (que pertenece a los tejidos del tronco) sin dañarlo. También es posible el corte de ramas alejadas del tronco buscando la “imagen deseada” del árbol.
La poda de ramas gruesas se debe realizar en pasos para evitar el desgarramiento de la rama, facilitando con ello la cicatrización. Si se ha seguido adecuadamente la mantención periódica de la copa, se evita la presencia de ramas gruesas.
Las herramientas utilizadas en la poda se deben limpiar diariamente, en lo posible desinfectándolas para evitar la contaminación de hongos entre árboles podados.
La poda urbana, por su importancia en la calidad de vida de los habitantes de la ciudad, la debe realizar personal capacitado, acreditado por alguna entidad reconocida. La necesidad de acreditación debiera estar explícitamente incluida en las bases de licitación que elaboran los municipio para las podas urbanas.