A casi dos meses del inicio de los alegatos, se acerca el veredicto de la ANFP en la denuncia que interpuso Deportes Concepción a Melipilla.
Como si del Viejito Pascuero se tratara, esta semana sería la definitiva. El portal especializado en el ascenso nacional, Primera B Chile, “durante la semana del 23 de diciembre se debiese darse a conocer el fallo” del tema que tiene con los pelos de punta a Lilas y Potros.
Ahora, la Unidad de Control Financiero del ente rector del fútbol chileno, hará pública su decisión. Si se comprueba que Melipilla no pagó a tiempo sueldos ni derechos laborales a sus empleados, debería sancionarse con, mínimo, una resta de puntos que haría campeón de Segunda División al Conce.
¿Por qué remarcamos ese debería? Es que a veces lo justo y lógico no aplica cuando se trata del fútbol nacional. Desde Sala de Prensa y el escritor de la nota presente hemos sido profusamente críticos de este modelo que destruye la pelotita ante la pasividad de los periodistas de medios grandes y los hinchas acríticos.
A cualquiera le parecería una tontera que se limite por edad a los futbolistas en Segunda División a sólo 23 años. No sólo porque esto afecta a cientos de deportistas, si no que afecta también al nivel de la categoría. Y todo para abaratar costos, escudándose “en los juveniles”. Si realmente les importaran, harían un torneo de reservas como lo que se hace en Argentina.
Pero el Consejo de Presidentes, equipos de Primera y Primera B sin relación con Segunda División, aprobó la Segunda División 2025 sub23 por mayoría. Dato relevante es que Melipilla pudo votar en el Consejo de Presidentes pese a no estar confirmado su ascenso. ¿Influencias de algún corruptillo por ahí? No creo. Ojalá esta mano negra no afecte las aspiraciones de Deportes Concepción, como ya se hizo en 2016.
Consejo de Presidentes ANFP aprobó nefasta Segunda División sub23 para 2025