Denunciar un falso secuestro se está volviendo un asunto recurrente en Concepción. Durante mayo de este año una mujer de 23 años denunció haber sido secuestrada en calles Colo Colo y Maipú de Concepción. Según su primera declaración un grupo de sujetos con acento extranjero la subió a la fuerza a un vehículo, le taparon el rostro con una especie de bolsa, la trasladaron a una bodega y procedieron incluso a abusar sexualmente de ella.
Tras las primeras diligencias se determinó que el secuestro no existió. Las cámaras ubicadas en ese lugar no captaron nada de lo que había informado esta supuesta “víctima”. Más tarde confesaría que lo inventó todo para cubrir el hecho que se había gastado el dinero que le habían dado sus padres para pagar su educación.
Caso falso secuestro y abuso sexual en Concepción: ¿Qué pasó realmente?
Hoy en tanto quedó al descubierto una nueva historia de un falso secuestro. Esta vez el protagonista fue un hombre de 59 años que en Caleta Lenga avisó a una locataria que recién se había liberado de sus raptores. La mujer llamó de inmediato a Carabineros y desde ahí se inicia un procedimiento policial que incluye la participación de la Fiscalía de Flagrancia e incluso la BIPE de la Policía Civil.
El sujeto testificó en primera instancia que estando en el sector de cuatro esquinas en la comuna de Hualpén esperando un UBER, un grupo de sujetos lo subió a un automóvil para trasladarlo a viva fuerza hasta un sitio eriazo ubicado al sur de caleta lenga. Que en el lugar lo maniataron y que le exigieron la entrega de todo el dinero. Supuestamente por un descuido de sus captores logró huir y hablar con esta locataria.
En este caso el hombre aparentemente arrepentido llegó solo a la unidad policial para de manera libre y espontánea afirmar que lo había inventado todo; nada más, ni nada menos porque estaba ebrio y no quería ir a trabajar.
En este caso como en la anterior denuncia por falso secuestro no habrá consecuencias legales para quienes inventaron estas historias. Aparentemente y según fuentes policiales son demasiadas las personas en Chile que inventan historias como estas y perseguirlas se volvería un asunto demasiado complejo y requeriría demasiados recursos de las instituciones involucradas.