Central Rucalhue: Investigación del Centro ICLAC detecta problemas de DDHH en la adjudicación del proyecto

Berta y Nicolasa Quintreman siempre andaban juntas. Eran hermanas, ambas Pehuenches de esas que hoy quedan pocas. A fines de los ’90 y principios de los 2000 no exageramos al afirmar que se hicieron famosas en el mundo entero porque pese a su avanzada edad dedicaron años de su vida a luchar juntas contra la instalación de las represas Pangue y Ralco en sus tierras ancestrales.

Son históricas las imágenes de las Ñañas -como eran conocidas coloquialmente – obstruyendo con sus cuerpos el paso de gigantescos camiones que avanzaban hacia el Alto Biobío cargados con turbogeneradores para la construcción de Ralco.

Las hermanas Berta y Nicolasa Quintreman lucharon contra las represas / Captura RRSS

De eso ha pasado mucho tiempo. , Nicolasa falleció y Berta se mantiene alejada de la contingencia, pero el recuerdo permanece entre los habitantes del Alto Biobío. Pese a la lucha de estas hermanas y de la comunidad que las acompañó, ya sabemos que las represas se construyeron. Y no solo eso, después han venido otros proyectos que también han sido resistidos, pero también construidos.

Es el caso de la central de pasada Rucalhue de capitales chinos y que ya tiene el visto bueno del Servicio de Evaluación Ambiental para instalarse a pocos kilómetros del pueblito de Quilaco.

Lugar donde se emplazará la Central Rucalhue / Captura Google Earth

 

En la imagen, el balneario que se inundará con la construcción de Rucalhue / Fotografía Denebola films

En Sala de Prensa conversamos con María Elvira Ríos. Ella es doctora en Estudios de China e integra el equipo del núcleo Milenio ICLAC  (Impacto de China en América Latina) del cual son parte varias Universidades, entre ellas la U. Católica de Chile.

Estudio ICLAC sobre Central Rucalhue

María Elvira Ríos junto a Janny Figueroa Ayala y Andrea Freites investigaron el impacto de la instalación de la Central Rucalhue en la comunidad.

Escogieron este tema porque es “un proyecto emblemático para los chinos” nos detalla la investigadora. Y porque “ha sido un proyecto muy controversial. Conversamos con personajes clave, entre ellos los mismos representantes de organizaciones no gubernamentales, también de la empresa con uno de los gerentes de Rucalhue SPA Diego Vio. También indagamos documentos oficiales en torno a como fue la primera resolución ambiental del 2016… por lo tanto a los chinos  se les entrega un proyecto ya con una resolución medioambiental que fue bastante discutida por los organismos medioambientales”, afirmó.

El ICLAC de la U. Católica hizo un estudio sobre la Central Rucalhue y las consecuencias de su instalación en el Alto Biobío / Captura estudio

En el siguiente link puedes ver y descargar el estudio íntegro: Estudio Central Hidroeléctrica Rucalhue, Región del Biobío 

El problema histórico de la centrales y el “asistencialismo” de las empresas

Tras la construcción de las represas Ralco y Pangue hubo dos promesas que hicieron las autoridades: no se iban a construir más represas en esta zona del país y segundo la luz en estas comunas iba a ser más barata que en el resto de Chile. Ninguna de las dos promesas se cumplieron.

Le preguntamos a María Elvira Ríos por los hallazgos del estudio. “Se ven algunas falencias. Tiene que ver con ciertas debilidades que tienen las RSA en Chile a nivel de Gobierno. Empiezan a suceder una serie de situaciones que complican el proyecto y que están directamente relacionados con el problema histórico que tiene la rivera del río Bio Bio en torno a las construcciones de represas o centrales de paso. Esto ha significado a la larga que este acuerdo amistoso que se firmó después del problema de Ralco (no construir más centrales) fue un acuerdo que no se cumplió, no se le dio el peso porque tenemos otras represas que se construyeron”, dijo.

María Elvira Ríos, Doctora en Estudios de China conversó con Sala de Prensa / Captura Centro ICLAC

 

Hay temas delicados que tocan DDHH -continúa el relato de la investigadora- vemos otras prácticas que van más allá de si la empresa es China, Canadiense o Europea”, aseveró.

“Esto tiene que ver con prácticas que se han mantenido a través de la historia con las empresas privadas que han llegado -y chilenas también- con estos grandes proyectos muy desde el asistencialismo y que ha hecho que se mantenga una población muy pasiva esperando a que las empresas solucionen problemas que el gobierno debe solucionar. Y tenemos diferente organizaciones sociales -y aquí sumo también a las forestales – pidiendo apoyo a las empresas para que les construyan una Junta de Vecinos. Es una práctica que se mantiene por décadas y es una de las principales falencias”, sentenció la investigadora.

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