El Comité de Ministros aprobó un proyecto de carretera eléctrica en el Biobío que afectaría potencialmente al Parque Nacional Nonguén.
La instancia interministerial, de Medioambiente, Economía, Salud, Agricultura, Energía y Minería, dio la luz verde a la mega-estructura eléctrica. “Sistema de Transmisión Zonal Grupo 3 S/E Itahue – S/E Hualqui” será su nombre y costará $324 millones de dólares.
Con él, líneas de alta tensión serán construidas en 406 kilómetros, desde la región de Maule, pasando por el Ñuble y concluyendo en el río Biobío. Pese a algunas condiciones interpuestas, el proyecto se construirá casi de forma íntegra respecto a su plan original, desestimando reclamos ambientales.
En nuestro pedacito del Edén, vecinos del Parque Nacional Nonguén sufrirían las consecuencias de este megaproyecto. Y le digo consecuencias porque se espera un grado de afección nada despreciable en estos sectores directa e indirectamente. Las indicaciones a la construcción apuntan a la preservación y cuidado de bosque nativo y flora amenazada. ¿Será que se podrá compatibilizar?
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Vecinos y autoridades preocupados por carretera eléctrica
Para Fabián Vega, de la Junta de Vecinos de Nonguén, este es “un malísimo proyecto”. El dirigente aseguró ante TVU que “vecinos de Nonguén como de Chiguayante y Hualqui interpondremos acciones judiciales”. Y eso es la punta del iceberg.
El alcalde de Hualqui, Ricardo Fuentes, manifestó su pública oposición al proyecto de carretera eléctrica. Reclamó, en conversación con El Desconcierto, que “vecinos y vecinos no fueron escuchados”. Recordemos que la tierra del choclo forma parte del perímetro del Parque Nacional Nonguén. Es más, irá carpeta en mano a querellarse al Tribunal Ambiental. “Estamos decepcionados con este Gobierno”, planteó.
El parque, único de su tipo que colinda con una gran ciudad, es hogar de múltiples especies animales y vegetales que deben luchar por sobrevivir. Si no les bastaba con lo difícil que es la vida con los humanos, imagínese ahora. Naranjillos, queules e incluso loyos serían de los principales afectados en cuanto a flora, como también los vecinos y sus viviendas, cuya plusvalía disminuirá por la contaminación de las torres.
¿Y los vecinos? Parece que quedaron en la punta del cerro. Aunque las condiciones, ya hemos dicho, apuntan a la preservación, parecen estar totalmente fuera de lugar. Tanto el jefe comunal de Hualqui como el diputado por la provincia de Concepción, Félix González, rechazaron las observaciones. ¿La razón? Esto debió hacerse en la evaluación ambiental previa, cosa tal que fuera obligatorio hacerlo antes del proyecto.
El legislador aseveró categóricamente que la aprobación de la carretera eléctrica “tiene algunas cosas bastante absurdas”. Por ejemplo, el proyecto pide estudios de conservación que, acorde a la norma vigente, debieron hacerse antes. “Ahora ni la comunidad ni los servicios públicos tendrán oportunidad de objetar esos estudios”, lamentó.
“Estamos conscientes de la necesidad de la energía y no estamos opuestos a ese desarrollo, pero buscando la fórmula de que se haga con menos impacto y que se tome en cuenta la ciudadanía, con participación ciudadana de verdad. Aquí la participación ciudadana fue mañosa e irresponsable y nadie del Estado ha podido detener eso”, finalizó el alcalde de Hualqui.