El viernes 26 empiezan los Juegos Olímpicos de París 2024, la mayor fiesta del deporte mundial. 48 chilenos nos representarán en 19 disciplinas.
Desde los primeros Juegos Olímpicos modernos, Atenas 1896, Chile ha participado en 24 de 29 ediciones del evento, y ha obtenido 13 medallas, 2 de oro, 7 de plata y 4 de bronce.
Decenas de compatriotas a lo largo y (no tan) ancho del país han ostentado con orgullo los colores de nuestro país ante el mundo, mientras que otros tantos esperan colgar de su cuello el oro mundial.
La región del Biobío no está exenta de participar, con las reconocidas hermanas Antonia y Melita Abraham, de San Pedro de la Paz, participando en remo.
Pero, ¿Quién fue el primer penquista en representar a Chile en los Juegos Olímpicos? ¿Cómo le fue? ¿Qué fue de él?
Amberes 1920: el primer penquista también fue el abanderado
Los Juegos Olímpicos de 1920 tuvieron como sede Amberes, segunda ciudad más poblada de Bélgica. 2.626 atletas en 29 disciplinas se dieron cita.
Chile, en esa ocasión, llevó únicamente dos atletas. El maratonista porteño Juan Bascuñán y el abanderado, lanzador de jabalina originario de Concepción, Arturo Medina McKey.
Nació el 30 de junio de 1898 en Concepción, de padre chileno y madre irlandesa. Su principal pasión a lo largo de su vida fue la música. Paralelo a esto, disputó varios deportes con gran éxito. De joven participó en coros penquistas, y cursó estudios de canto y teoría musical en Italia.
Precisamente mientras estaba en Italia, siguió practicando destacadamente deportes, sobre todo boxeo y jabalina, disciplina en la que fue oro sudamericano en 1919 y 1920. En el año de la Olimpiada, se trasladó desde el país de la bota hasta Amberes para representar a Chile ante el mundo.
Medina no pudo hacer mucho, terminando en la posición n°16, con 43 metros y 90 centímetros de distancia. Como era tendencia en la época, la prueba fue dominada por Finlandia. Sus cuatro participantes fueron los cuatro primeros lugares.
¿Qué fue de Arturo Medina tras los Juegos Olímpicos?
No dejó la competencia a alto nivel. En el Campeonato Sudamericano de Buenos Aires 1924, batió con creces su marca olímpica. 53,7 metros le hicieron conseguir el oro continental por tercera vez seguida. Pudo participar de los Juegos Olímpicos de Ámsterdam 1928, pero no pudo presentarse y fue descalificado.
Tras su participación, Medina volvió a los escenarios. Ostentó roles principales en obras de ópera y conciertos sinfónicos por toda Europa.
En 1930 vuelve a Chile, y cuatro años más tarde fundó el Coro Polifónico de la Corporación Sinfónica de Concepción, que dirigió por cuarenta años.
Gracias a su gestión, en 1951 se decretó por ley la cofinanciación estatal del Coro, con la que realizaron giras por el país y el continente. En 1954, recibió el Premio Municipal de Arte. Además, fue nombrado miembro honorario de la Universidad de Concepción.
“Porque él ha sido y es uno de los nuestros que, sin espaldarazo oficial, ni títulos, ni diplomas, ni cargos universitarios, ha estadio haciendo, por más de 25 años, una labor auténticamente universitaria”, argumentaba el entonces rector de la universidad, David Stitchkin.
Arturo Medina falleció el 29 de octubre de 1986, a los 88 años, en Concepción, la ciudad que le vio nacer. El legado de cultura íntegro y polifacético que demostró durante su vida se torna más vigente que nunca en el amanecer de esta nueva fiesta olímpica.