Estallido Social: El trauma ocular y la respuesta estatal

Miles de personas sufrieron la acción violenta de agentes del Estado en el Estallido Social. Sin embargo, cientos de ellas recibieron de lleno un enorme golpe.

Las fuentes varían, por las visiones técnicas, pero se estima que entre 220 y 460 personas sufrieron trauma ocular en el período de las manifestaciones. Esto es, lesiones leves, graves y/o la pérdida de visión en uno o los dos ojos. Las responsabilidades de este atroz acto varían, pero en su mayoría provino de disparos de armas de orden público, delegado a Carabineros y, en menor medida, a las Fuerzas Armadas.

El desglose de las cifras que maneja el Instituto Nacional de Derechos Humanos arrojó 220 víctimas acreditadas y representadas por ellos. 50 personas sufrieron estallido ocular, 82 quedaron ciegos permanentemente y 88 resultaron lesionados de diversa consideración.

La pérdida de un ojo no se puede reparar, es obvio. Sin embargo, acciones que apuntan en esa dirección han sido tomadas desde las instituciones. El INDH ha perseverado en querellas y el Estado implementó servicios de atención integral de salud. En 2021, se creó el Programa Integral de Reparación Ocular, PIRO. Con la nueva administración en 2022 se redefinió como el Plan de Acompañamiento y Cuidado para personas víctimas de Trauma Ocular durante el Estallido Social, PACTO.

Tensos momentos se vivieron con los militares durante la Revuelta Social
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PACTO, reparación post-Estallido Social

Una de las críticas principales al PIRO era su enfoque meramente de respuesta. La pérdida de la visión afecta tan profundamente a una persona que no basta con preocuparse únicamente de su salud visual. PACTO viene, en el papel, a ampliar el proceso de reparación a las víctimas.

Solicitamos más información del plan a Claudia Obreque, coordinadora del programa PACTO del Hospital Regional de Concepción. El programa inició en agosto de 2022 para “descentralizar las atenciones de trauma ocular que se realizaban en Santiago y que podamos entregar una atención más cercana a los usuarios desde la región de Maule a Magallanes”, comentó a Sala de Prensa.

La idea de la reparación es gestionar las respuestas clínicas y terapéuticas para la funcionalidad y cuidado del ojo. El seguimiento es de carácter interdisciplinario, y se inició en 2023. El Hospital Regional de Concepción es el punto de atención destinado para la zona sur del país. “Hemos atendido a 33 personas provenientes de Maule, Biobío, Araucanía y Los Lagos”, comentó.

Respecto a esas 33 personas, “reciben atención de oftalmología y, a los pacientes del Biobío, salud mental”. Existe un especialista para rehabilitar, sobre todo en casos de trauma ocular grave y pérdida del ojo, el somatoprotesista. Se inició con mantención y ahora se elaboran prótesis oculares, como las que “necesitan un recambio, hacerse de nuevo o de otro tamaño”, aseguró.

A algo más de un año, el PACTO cubre multidisciplinariamente la afección a tratar. Es más, se organiza para dar una mejor reparación dentro de lo posible. Hospedaje, traslado y alimentación se cubren desde el programa. “Somos muy conscientes de que los usuarios de regiones se toman su tiempo para venir. Por ejemplo, si tienen más de un control con distintos oftalmólogos, intentamos juntar los controles un solo día para optimizar el viaje”, concluyó.

¿Será suficiente?

A 19 de octubre de 2024, cinco años después del inicio del Estallido Social, cinco mutilados oculares se han suicidado. En el caso más reciente, en la tarde del 18 de octubre, Sebastián Méndez se quitó la vida, tras haber resultado gravemente herido en sus ojos a manos de Carabineros en noviembre de 2019.

¿Será suficiente?