El ruil (Nothofagus alessandrii), hualo (N. glauca) y roble de Santiago (N. macrocarpa), son los nuevos integrantes del Jardín Botánico de la Universidad de Concepción.
De estos integrantes se ha mostrado una preocupante tendencia a la desaparición de sus hábitats naturales producto de la sobreexplotación, cambio de uso de suelo, incendios y cambio climático, entre otros factores. Es por ello que se iniciaron las jornadas de plantación en el campus de la UdeC.
La conservación ex-situ (conservar especies fuera de su rango de distribución natural) es una de las líneas de acción del proyecto Campus Naturaleza UdeC, cuyo objetivo es contribuir a la persistencia de estas tres especies.
Jardín Botánico: actividades de plantación en la UdeC
Las actividades fueron encabezadas por distintas autoridades de la institución, entre ellas, el Rector de la Universidad Carlos Saavedra quien señaló que “este es un acto muy simbólico para la Universidad, para la ciudad y el país, en el sentido de este esfuerzo que se realiza para desarrollar un legado bio socio-cultural. Primero que todo, se protegerá la biodiversidad en Chile, en este caso de tres especies de Nothofagus que están amenazadas en el centro del país. Con esta posibilidad, vamos a permitir su permanencia en el tiempo; van a ser 3.000 plantas este año, 3.000 el próximo año, que van a completar al menos 6 hectáreas”, afirmó.
Asimismo, el Vicerrector de Asuntos Económicos y Administrativos, Miguel Quiroga, patrocinador institucional del proyecto, afirmó que “Campus Naturaleza tiene un enorme valor, no solo para la Universidad, también como legado a las futuras generaciones. Nos permitirá mostrar que es posible desarrollar y potenciar nuestra labor misional, generando conocimiento y formación, mientras preservamos y conservamos espacios únicos que aún permanecen del antiguo bosque Caducifolio de Concepción y de su biodiversidad, los que además estarán disponibles para que puedan ser disfrutados por la comunidad”, explicó.
El género Nothofagus, al cual corresponden los árboles, crece entre las regiones Metropolitana y del Biobío y presentan preocupantes índices de conservación. Es por ello, que este proyecto viene como respuesta a los desafíos climáticos, la urbanización, la agricultura o la deforestación.